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jueves, abril 25, 2024

OPINIÓN: El Rap del regreso a clases

Estamos retomando las clases en todos los niveles, ya con el proceso de entrega de útiles, mochilas y uniformes para niñas, niños y adolescentes derivado del Decreto 081 por el que se reforman y derogan diversas disposiciones de la Ley de Educación del Estado de Quintana Roo y se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Quintana Roo, emitido por la XVII Legislatura del Congreso del Estado de Quintana Roo, haciendo de ésta una obligación directa del Estado sin la intervención de comités o consejos, y sin la cláusula suspensiva que condicionaba la entrega a la posible existencia de presupuesto. Es decir, ahora ya se obliga al propio Legislativo a considerar ese presupuesto como parte formal del proceso de enseñanza aprendizaje y a la Secretaría de Educación de la entidad a proveerlo de forma constante. 

Y ahora que estamos en este tema, me viene a memoria una obra musical denominada “La Cátedra” de #Residente, que sin lugar a duda viene a colación para buscar educar y re-educar a todos los interesados en la res-pública como dirían los romanos. Tomamos precisamente una obra musical del género urbano porque en ocasiones es más sencillo poder entender los conceptos en un rap que leyendo a Montesquieu, Zizek, Locke, Weber, Hobbes o incluso un José Luis Soberanes en su “Historia del Derecho Mexicano” de Porrúa. 

La situación que nos encontramos viviendo en México es alarmante, ya que, por un lado se sustituye a los clásicos de historia-filosofía-política, por moneros y caricaturistas que defienden cualquier argumento con las peores ofensas de este periodo como “conservadores” o “neoliberales”, y dado que dichos términos son incomprendidos por la mayoría de los neo-políticos de izquierda en México son disparados en ráfaga ante la primera discusión por la incapacidad de las mayorías de sostener un debate sustentado en hechos concretos y en fuentes reales e históricas. 

Este periodo se asemeja mucho al de Sócrates y los Sofistas, en el que el primero defendía la ignorancia de forma consciente, es decir, yo sé que no sé y por eso quiero saber; contra el falso saber de los sofistas, que creen que si saben ostentados por la arrogancia y la vanidad del poder. Por lo que sin irnos muy lejos, podemos encontrar personajes que defienden posturas que son totalmente inconstitucionales o que, sin comprender, votan y aprueban leyes o firman documentales públicos de relevancia para todos, sin entender que son ellos los que no entienden.  

#Residente en la obra musical a la que hago mención expresamente le advierte a un tercero que no sabe diferencias entre capitalismo y comunismo, que: “Yo no soy comunista, socialista ni capitalista. Creo en inventar algo nuevo, mejor di que soy idealista. Creo la igualdad de oportunidades infinitas. Creo que la educación, salud y comida deberían ser gratuitas.”  

De la misma manera, el autor hace hincapié de la somera ignorancia de su oponente al decirle: “Y ni te diste cuenta de lo que nos robaron. Por el capitalismo que defiendes con las cadenas de oro que te prestaron”. 

Sin saber apoyas a las dictaduras que desaparecieron gente. Solo por pensar diferente.” Y lo mismo se encuentra sucediendo hoy, ante decenas de líderes de origen priísta o panista que se aprovechan de los huecos cognitivos de historia y de filosofía política de las mayorías, para manipular a grupos de izquierda pretendiendo defender causas que ellos mismos provocaron como la persecución y el ataque constante a quienes pensábamos diferente”.  

Remata #Residente con la siguiente frase que me parece extraordinaria: “Puedes usar de referente a nuestra isla hermana. Y al asesino Rafael Trujillo en dominicana. Puedes usar de ejemplo a Pinochet y a Videla. Ir a Buenos Aires y hablar en Plaza de Mayo con las abuelas…” Sin embargo, la mayoría de quienes hoy se encuentran tomando las calles por causas de izquierda en la búsqueda de una representación política no tienen la más remota idea de quien carambas fue Trujillo, ni leyendo la “Fiesta del Chivo”, y mucho menos saben del ataque a la Moneda o de la dictadura argentina. 

Por eso es muy importante que, en este regreso a clases, no solamente celebremos que las reformas del Poder Legislativo de Quintana Roo pugnen por más gratuidad en la educación, sino que quienes nos decimos de izquierda retomemos los libros, estudiemos los clásicos y seamos conscientes de nuestra propia ignorancia para prepararnos mucho más para poder servir mejor en nuestro municipio, en nuestro estado y en nuestro país. O ya de menos, escuchemos a #Residente. 

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