CIUDAD DE MÉXICO, 09 de diciembre. – El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dio a conocer que recientemente en la Zona Arqueológica de Oxkintok, Yucatán, -que forma parte de la ruta Puuc, en los límites con Campeche- fue descubierta una escultura de piedra caliza, de tamaño natural, de aproximadamente 1 metro con 68 centímetros; es una figura humana, decapitada, la que representa, seguramente, a un prisionero de guerra.
En conferencia de prensa el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, dio a conocer lo anterior e informó sobre los avances en la que representa la mayor investigación arqueológica desarrollada en el sureste mexicano, durante las tareas de supervisión de las obras de construcción del Tren Maya.
Dijo que se ha recorrido aproximadamente la tercera parte del Tramo 7, el cual se extiende a 254 kilómetros, entre Chetumal, en Quintana Roo, y Escárcega, en Campeche. En esta prospección se han detectado, hasta el momento, más de 1,730 construcciones prehispánicas, que van desde sencilla arquitectura doméstica, hasta construcciones monumentales para actividades civiles y ceremoniales, algunas con arquitectura en pie.
El antropólogo destacó el hallazgo de edificios con decoración en fachada erigida entre los siglos VIII y IX de nuestra era, cuando el poder de la antigua urbe maya de Calakmul comenzaba a decaer.
No menos importante, dijo, resultan los datos obtenidos mediante el análisis de imágenes LIDAR que, aunadas a la verificación en campo, muestran una gran cantidad y variedad de complejos domésticos, ubicados en las partes medias y altas de las elevaciones topográficas.
La documentación de complejos sistemas habitacionales con camellones y muros residenciales demuestra una notable densidad poblacional y una compleja organización urbana. “Información de vital interés para entender la vida cotidiana y las estrategias de subsistencia de la antigua sociedad maya”, subrayó Prieto Hernández.
Refirió que la fase de excavación en este tramo apenas comienza, pero resulta prometedora, pues anuncia el gran potencial que ofrecen estas investigaciones. “Desde el INAH, y con el apoyo del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), se desarrollan estrategias para investigar y proteger estos ejemplos de antiguos asentamientos mayas”.
Al hacer un balance general, el titular del INAH resaltó que el seguimiento de los trabajos de construcción del Tren Maya conlleva diferentes fases: prospectiva, de registro, excavación y recuperación del material arqueológico, así como una etapa más para el tratamiento, clasificación, limpieza, ordenamiento y análisis de los datos obtenidos (condensados en 45 terabytes de información), lo cual implicará al menos dos décadas de estudio, nutriendo así el conocimiento sobre el mundo maya.
Respecto a los avances en los siete tramos de la ruta del Tren Maya, el director general del INAH dio a conocer que en los tres primeros ha concluido el trabajo de campo y solo resta labor de laboratorio y gabinete; asimismo, es probable que en las semanas restantes de 2022 terminen las tareas de excavación en el Tramo 4, las cuales también ya han dado comienzo en los tramos 5, 6 y 7, este último el de mayor longitud.
Además, finalizó Prieto Hernández, los trabajos vinculados al Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) beneficiarán a 26 zonas arqueológicas, algunas abiertas al público, y otras, cuya apertura será gracias a la aplicación de esta iniciativa. El Promeza se aplica en una zona arqueológica de Chiapas, otra de Tabasco, cuatro de Campeche, 10 de Quintana Roo y 10 de Yucatán.