Ciudad de México, 23 de enero. – En un país como México, que se caracteriza por la desigualdad, la inflación en los alimentos generó una crisis para los hogares más pobres, advirtió la ONG Oxfam México.
En un país como México, que se caracteriza por la desigualdad, la inflación en los alimentos generó una crisis para los hogares más pobres, advirtió la ONG
Oxfam México.
Las familias de escasos recursos suelen destinar una mayor proporción de su ingreso en productos básicos y como el 50% de la escalada generalizada de precios se ha concentrado en los alimentos, “ha provocado una crisis aún peor en los hogares de escasos recursos”.
Al interior del informe ¿Quién paga la cuenta frente a la crisis en México? enfatizaron que actualmente hay 43.9 millones de personas viviendo en pobreza y 8.5 millones en pobreza extrema, mientras hay 15,000 millonarios.
Subrayaron que millones de personas trabajadoras perdieron su empleo o se precarizaron sus condiciones laborales tras la pandemia y quienes lo conservaron, mantuvieron el mismo nivel de carga de los impuestos sobre su trabajo, así como del IVA y el IEPS al realizar sus compras.
Entre quienes están en la formalidad como en la informalidad, se incrementó el endeudamiento de los hogares lo que se ha agravado con los recientes aumentos de tasas de interés, subrayaron.
En el oficio documentaron que los mexicanos que tienen más de 500 millones de pesos contribuyen con 0.03% a la recaudación total, y las empresas pagan entre 1 y 8% de impuestos.
Estiman que con un impuesto a las grandes fortunas de 5% podría aumentar la recaudación en 270,000 millones de pesos, lo que permitiría aumentar el 40% del gasto en salud o multiplicar por 17 el gasto en medio ambiente.
Esta medida ya ha sido aplicada en Argentina, Bolivia y Colombia.
De acuerdo con ellos, en 2020, de cada 100 pesos de riqueza creada en el país, 21 se quedaron en el bolsillo del 1% de la población, los más ricos de México. Y 40 centavos quedaron en el 50% de la población, que son los más pobres.
Con información de El Economista