PLAYA DEL CARMEN, Quintana Roo, 19 mayo. – La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnart) dio luz verde a la autorización del Aeropuerto Internacional de Felipe Carrillo Puerto, así como la base militar que lo complementará.
Para ello le otorgaron un plazo de 2 años para la preparación del terreno y de hasta 30 años para las obras, como se puede leer en la Gaceta Ecológica de la dependencia.
Hay que recordar, la SEDENA presentó el proyecto a mediados de septiembre del 2022 y ocho meses después de un análisis por parte de la otra dependencia, finalmente se da luz verde en materia ambiental.
Para ello, la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA), planteó ciertas condicionantes a la SEDENA en su resolutivo, un documento de más de 200 páginas.
De entrada, puso como condicionante que la SEDENA cumpla con todas y cada una de las medidas de mitigación y compensación que propuso; además la Semarnat podrá exigir el otorgamiento de seguros o garantías respecto del cumplimiento de las condiciones establecidas en las autorizaciones cuando en los lugares en los que se pretenda realizar la obra o actividad existan cuerpos de agua, especies de flora y fauna silvestres, o especies endémicas amenazadas, en peligro de extinción o sujetos a protección especial; así como cuando las obras y actividades se lleven a cabo en áreas naturales protegidas.
La SEDENA debe presentar un programa de rescate y ahuyentamiento de fauna silvestre, un programa de mantenimiento de vehículos y maquinarias; ;y también deberá incorporar al informe solicitado, los resultados obtenidos de dichos programas.
Asimismo, tendrá que presentar para su aprobación dentro de un plazo de tres meses el Programa de Manejo Ambiental propuesto, el cual pretende ser una herramienta de vinculación para la planeación, aplicación y monitoreo de los resultados de las medidas de mitigación propuestas; y también debe presentar su Programa de Reforestación, un Programa de Rescate y Reubicación de Flora y Fauna Silvestre, un Programa de Conservación y Restauración de Suelos, y un Programa de Control y Monitoreo de Fauna en la etapa operativa del proyecto.
Cabe mencionar, la SEDENA determinó 15 impactos, los cuales no se refieren a interacciones binarias entre actividades y factores ambientales, sino que describen procesos y cadenas causales que determinen los posibles efectos del proyecto a escala local y regional sobre la integridad funcional del Sistema Ambiental Regional (SAR), así como la relación de los impactos del proyecto con el desarrollo regional.
Entre estos impactos, está la fragmentación, modificación y pérdida del hábitat en la etapa de preparación del sitio y construcción por desmonte y despalme en el predio y camino de acceso, apertura de bancos de material, y efectos indirectos y acumulativos por aprovechamiento.
Alteración de los patrones conductuales en la etapa de preparación del sitio y construcción por ruido vibraciones y luz derivadas de la operación de equipo y maquinaria del predio, bancos materiales y las actividades asociadas a la reubicación del aprovechamiento forestal del Ejido Chunyaxche.
Destrucción de hábitat (cavernas y cenotes) en la etapa de preparación de sitio y construcción por afectación a la fauna de ambientes subterráneos por afectación de estructuras kársticas por la extracción de materiales, rellenos, cimentación y operación de equipo y maquinaria en el predio, y bancos de materiales.
Alteración de la calidad del agua en los humedales en la etapa de preparación, y de la construcción por alteración de estructuras kársticas, derivadas de rellenos y cimentación, y operación de equipo y maquinaria del predio camino de acceso, y bancos de materiales.
Disminución del volumen de agua para diferentes servicios; alteración de la calidad del agua; alteración de los patrones conductuales; muerte accidental de fauna; destrucción del hábitat en cavernas y cenotes; alteración de la calidad del agua en los humedales; y fragmentación, modificación y pérdida de hábitat.
