Ya no podemos seguir viviendo en el ruido, en todo el ruido, en todos los ruidos.
Florestán.
El presidente López Obrador tiene un grave problema con la violencia que no ha podido resolver con las mañaneras ni con las ayudas de la estadística porcentual y menos con su karma de abrazos y no balazos.
Sí, es cierto que recibió el mayor número de asesinatos de que había registro hasta 2018, también lo es que ha logrado revertir ligeramente la tendencia en este 2023, pero la realidad es que al día de ayer suman 174 mil 598 homicidios dolosos, lo que es una marca para un presidente en cinco años y 19 días de gestión.
Además, tiene su personal estilo de considerarlos.
A la muerte de la madre de El Chapo Guzmán declaró: Respeto a la familia. Cualquier ser humano que pierde la vida merece respeto y también consideración a sus familiares.
Pero en el asesinato de seis jóvenes en Celaya lo atribuyó al consumo de drogas y que habían ido a comprarlas a un territorio controlado por otro grupo. Se demostró que era mentira, ni salieron a comprar drogas, ni estaban intoxicados, los secuestraron de una verbena y los ejecutaron. Él los revictimizó.
Y ahora, en la masacre, de esas que oficialmente ya no hay, en Salvatierra, volvió al tema de las drogas cuando fue un grupo al que no dejaron ingresar a una posada. Los asesinos dispararon más de 200 tiros y mataron a once, dejando doce heridos. López Obrador volvió al tema de las drogas como si éstas fueran el motor único de las matanzas o en todas hubiera drogas de por medio.
Lo cierto es que la violencia se le fue de las manos, no la pudo resolver, como se comprometió, y culpa a todos y a todo, menos a su gobierno, al que exime permanentemente de su responsabilidad.
La organización Causa en Común contabilizó 427 masacres en lo que va de este año. Consideran masacre el asesinato de tres personas o más en un mismo ataque. Los peores estados son Guanajuato, Zacatecas y Guerrero.
Y la proyección de Carlos Penna, de T-Research, es que terminará su sexenio con más de doscientos mil homicidios dolosos, que heredará a la sucesora.
- ZAR.- A Hugo López-Gatell ya no lo quiere nadie. López Obrador lo impulsó para que dejara la subsecretaría de Salud y Claudia Sheinbaum no lo levantó, se proyectó como candidato a la alcaldía de Coyoacán, y ante el rechazo, lo rescató Clara Brugada desde donde busca el fuero protector del congreso, ya sea federal o local; y
- IGLESIAS.- ¿Sabe cuántas hay registradas en México? Ayer el subsecretario de Gobernación, César Yáñez, entregó certificados a 76 nuevas, por lo que suman diez mil 36 desde que inició el registro en 1992, tras la reforma de Carlos Salinas; y
- BLOQUEO.- La presidenta del INE, Guadalupe Taddei, sigue sin poder designar diez posiciones técnicas clave. Y ya lo mandó para el año que viene. Sigue la crisis y a menos de seis meses de las elecciones de junio.
Nos vemos mañana, pero en privado.
La entrada La violencia supera a los abrazos aparece primero en López-Dóriga Digital.