Tulum, Quintana Roo 27 de febrero de 2024. – Los elevados cobros a transportistas por parte del Aeropuerto Internacional de Tulum “Felipe Carrillo Puerto” y la falta de regulación en este ámbito hacen que viajar por tierra desde esta terminal aérea al centro de esta ciudad, sea a menudo más caro que venir desde el Aeropuerto Internacional de Cancún, advirtió David Ortiz Mena, vicepresidente del Consejo Hotelero del Caribe Mexicano.
Las tarifas de taxis y camionetas turísticas desde el nuevo aeropuerto, que llegan a ser mayores que el propio boleto de avión, generan extrañeza y confusión entre visitantes, e incluso aerolíneas, y dañan la imagen del destino, contrarrestando los esfuerzos de promoción turística, razón por la que urge atender este problema.
“El trayecto del aeropuerto al centro de Tulum es más costoso que el mismo viaje al centro de la Ciudad de México, o incluso al de muchas ciudades europeas, incluida París”, comentó el empresario, quien señaló que la administración del “Felipe Carrillo Puerto” cobra 806 pesos más IVA por el ingreso de un transporte turístico, mientras que el aeropuerto de Cancún cobra tan solo 29 pesos por 40 minutos de estadía, incluso para autobuses.
Como resultado, una unidad turística cobra 110 dólares para llevarse a un grupo al aeropuerto de Cancún desde Tulum, pero 230 dólares para el aeropuerto local, pese a hallarse mucho más cerca.
Por su parte, taxis cobran arriba de mil pesos por traer a turistas desde el “Felipe Carrillo Puerto” al centro de Tulum, y más de 10 mil pesos por llevarlos hasta Bacalar.
Esto se suma a la “rebatinga” que se ve dentro del aeropuerto, donde taxistas interceptan a quienes llegan y comienzan a interrogarlos para ver si vienen a buscar a alguien con actitudes hasta intimidatorias.
“El aeropuerto tiene una importante inversión y trae gran potencial para generar empleo y desarrollo”, continuó. “Hay buenos anuncios, como un nuevo vuelo desde Frankfurt, pero si no se arregla este problema, estos vuelos, así como vinieron, se irán”.
Hasta ahora los distintos actores involucrados se “pasan la bolita” con este problema, por lo que no se han visto avances para lograr una solución.
“Pueden echarse culpas, pero a los turistas eso no les interesa; ellos simplemente se llevan una mala experiencia”, fustigó.