CANCÚN, Quintana Roo, 26 de Octubre. –El Tren Maya, una de las obras emblemáticas del presidente López Obrador, ha generado opiniones mixtas desde su concepción. A pesar de su potencial para unir la región maya y convertirse en un atractivo turístico de primer nivel, Sergio González Rubiera, presidente de la Asociación de Agencias de Turismo Receptivo y cónsul de Noruega, opina que el proyecto está lejos de cumplir las expectativas. “Es una gran idea, pero el problema es que no se ha hecho bien”, asegura González Rubiera.
Una inauguración apresurada y un tren sin pasajeros
Para el líder turístico, la prisa por inaugurar el tren dejó a la vista muchas deficiencias. “El tren tiene fallas y no opera bien. Era de esperarse, como sucede con muchos proyectos nuevos, pero la urgencia de la inauguración fue más fuerte que la necesidad de hacerlo correctamente”, comenta. El resultado: vagones prácticamente vacíos.
González Rubiera va más allá al predecir que el tren, tal como está planteado, no llegará a tener éxito entre los turistas que visitan Quintana Roo. “La mayoría de los turistas aquí están en hoteles all inclusive. Nadie va a dejar la comodidad de su resort para subirse al tren y recorrer Mérida o Chiapas. Ese tipo de turistas no es el público adecuado”, explica, señalando que el modelo turístico de la región no es compatible con los servicios actuales del Tren Maya.
¿Un tren de carga en lugar de pasajeros?
González Rubiera considera que el futuro del Tren Maya podría estar más en el transporte de carga que en el de pasajeros. “No creo que jamás vaya a llevar pasajeros de manera significativa. Lo que veo es que se convertirá en un tren de carga, lo cual sería beneficioso tanto para el proyecto como para la economía de la península”, comenta.
Según su análisis, el verdadero potencial turístico del Tren Maya estaría en atraer a un perfil de viajero diferente, amantes de la cultura maya y el turismo cultural, provenientes de países como Alemania, Italia o Francia. Sin embargo, para que esto suceda, se requiere una estrategia clara de marketing y promoción especializada, algo que, según González Rubiera, el tren no tiene. “El tren está siendo operado por militares que no tienen experiencia en turismo, y eso se nota”.
Ausencia en eventos clave y falta de claridad
Uno de los puntos más criticados por González Rubiera es la falta de presencia del Tren Maya en eventos importantes del sector turístico, como el reciente Cancún Travel Mart. “Hoy por hoy, el Tren Maya no es un producto turístico que se pueda ofertar. No hay rutas claras, no hay precios definidos, ni siquiera los horarios están bien establecidos”, comenta, señalando que las agencias de viajes aún no han tenido ningún acercamiento con los operadores del tren.
“Si tuvieran un producto desarrollado, estarían aquí en los eventos turísticos, explicando a qué hora sale, cuánto cuesta, en qué idiomas está disponible. Pero no sabemos nada, todo sigue siendo un misterio”, añade.
Un futuro incierto para el Tren Maya
A pesar de las promesas y el discurso oficial que promueve el Tren Maya como una obra transformadora para la región, González Rubiera es claro: el proyecto, tal como está, no es útil para el destino turístico. Sin un producto desarrollado y una estrategia clara para atraer a un tipo de turista diferente, el Tren Maya corre el riesgo de quedarse, como dice González Rubiera, “vacío de turistas”.
🎥 Paola Chiomante