Hablar de migración como problema, es una forma de racismo.
Florestán.
WASHINGTON, D.C.- El triunfo arrollador de Donald Trump que a partir del 20 de enero será el presidente 47 de Estados Unidos y la confirmación por la misma Suprema Corte de la reforma judicial de López Obrador, operada por sus legisladores, nos llevan a una nebulosa era que complicará la gestión de la presidenta Claudia Sheinbaum que no ha vivido lo que es lidiar con este populista.
No es que no vaya a poder, es que se le va a complicar la gestión, que también hubiera sucedido, de ganar, con Kamala Harris, pero por los antecedentes, desmesura y arrebatos del republicano, será mucho más difícil.
Este, el triunfo de Trump es el mayor reto que tendrá que enfrentar el canciller Juan Ramón de la Fuente y, en la vertiente comercial empezando por el TMEC, Marcelo Ebrard que ya lo sufrió durante de 2018 a 2020, acuerdo comercial que se revisa el año que viene, pero que el próximo presidente ha dicho que será una revisión, que tiene su matiz de riesgo, más el caso China, su enemigo declarado y su relación comercial con nuestro país como puente chino hacia este mercado.
Hay varios aspectos que van a tensar la relación. Lo más importante el tema migratorio que es un fenómeno, no un problema, porque éstos tienen solución y el flujo de personas, no. Trump ha dicho que deportará a diez millones aumentando la angustia y fragilidad de nuestros paisanos.
El otro punto de crisis es la exportación de fentanilo elaborado en México, lo que López Obrador siempre negó, como si eso resolviera la crisis de los adictos estadunidenses que en su sexenio murieron de este lado cerca de medio millón drogadictos. Sé que en esto hay una responsabilidad compartida del gobierno de Estados Unidos, pero eso no le importa a Trump, solo quién produce y quien la contrabandea aquí..
En fin, que serán, estos, días de guardar, pero también de definiciones y negociaciones que siempre son necesarias pero que desconozco su efectividad ante alguien con el perfil de Trump.
RETALES
- REVÉS.- De la mano, está la decisión de la Corte, con el voto número cuatro del ministro Alberto Pérez Dayán, que impidió cualquier recurso contra la reforma judicial y dándola, así, por buena, operación a cargo de Adán Augusto López y Rosa Icela Rodríguez. La sumisión de los tres poderes al Ejecutivo;
- NEXT.- Lo que sigue ahora es la desaparición de los siete organismos autónomos creados, como decía AMLO, en el neoliberalismo, contrapesos fundamentales ante un gobierno, y más éste, que se ha convertido en el más poderoso del siglo; y
- PIEDRA.- López Obrador quiere que su sucesora tropiece dos veces con la misma piedra, Rosario, y por eso logró con sus senadores que aparezca en la terna final de la que elegirán a la próxima presidencia de la CNDH. Veremos, entonces, quién manda
Nos vemos mañana, pero en privado.
La entrada A lidiar con Trump aparece primero en López-Dóriga Digital.