CIUDAD DE MEXICO, 07 de Junio. – María Elena Martínez lleva cinco días contando los votos de la elección judicial. Lo ha hecho en jornadas de 12 horas en las que ha acumulado cansancio, pero también satisfacción de participar en este proceso electoral.
“Me parece muy satisfactorio tener los resultados como se han pedido y con la forma que ha organizado el INE”, menciona María Elena con una sonrisa y ojeras marcadas por los desvelos.
Ella es parte de la Junta Distrital Ejecutiva No. 13 del Instituto Nacional Electoral (INE), ubicada en la alcaldía Iztacalco de la Ciudad de México, donde decenas de personas contabilizan los resultados de la elección con la que se renovaron los jueces, magistrados y ministros del país.
El día de la elección, María Elena supervisó a los capacitadores electorales que tiene bajo su cargo, quienes se encontraban en casillas de votación. Al terminar la jornada fue a dormir y luego volvió a la Junta Distrital para contar votos.
Empezó a contar el lunes a las 7 de la mañana, y recuerda que ese día fue el más complicado por la fatiga de las votaciones: “Ese primer día yo me sentía muy cansada y empezaba a oír mi voz lejana”
María Elena ha ayudado a contabilizar de dos maneras: a veces dicta los votos a otro compañero que los registra en una aplicación móvil del INE, y otras ocasiones cambian de lugar y ella agarra un celular para subir la información a la plataforma.
La Junta Distrital No. 13 tiene cinco grupos, cada uno con diez parejas como la de María Elena. A estas parejas, conformadas por vecinos de la alcaldía Iztacalco, se les conoce como “puntos de escrutinio y cómputo”.
Doce horas escuchando a la misma persona o registrando números en un celular, no es fácil. Cuando se siente abrumada, María Elena toma su termo de café y se da un respiro. Si tiene una galleta o un chicle es mejor. A su compañero de equipo también le pregunta si está bien o si necesita tomarse un descanso.
Hasta la tarde del viernes 6 de junio, en la Junta Distrital tenían proyectado terminar el conteo de votos de tribunales colegiados, para después iniciar con los de juzgados de distrito. En los días pasados, como ocurrió en todo el país, concluyeron la revisión de los sufragios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, del Tribunal de Disciplina Judicial, de la Sala Superior y las Salas Regionales del Tribunal Electoral.
Anoche, mientras María Elena y sus compañeros continuaban con su labor, el INE daba a conocer los datos macro de esta inédita elección: se ha concluido el cómputo con el cien por ciento de las 84 mil 266 actas en las elecciones de Suprema Corte, Tribunal de Disciplina Judicial y la Sala Superior del Tribunal Electoral. Aún faltan miles de actas de la elección de Salas Regionales del TEPJF, los magistrados de Tribunal de Circuito y los Juzgados de Distrito.
En el Consejo Distrital de Iztacalco, no se dejan de escuchar números y más números dictados en los puntos de escrutinio. Esas cifras representan los votos emitidos el pasado 1 de junio.
A diferencia de las elecciones tradicionales, donde las personas tachan el logo de un partido político para emitir su voto, en esta ocasión la gente tuvo que escribir números en la boleta electoral para dar su preferencia a alguna candidatura.
“Si te ponen a dictar o te ponen a capturar, de pronto estás un tanto cansado y puede que uno cometa errores. Entonces hay momentos en los que uno se organiza para despejarse y después volver a los cómputos”, explica María Elena.
Funcionarios del INE evitan errores en los registros
Las elecciones judiciales tuvieron una participación del 13% de la población a nivel nacional, aunque el territorio donde se ubica la Junta Distrital No. 13 tuvo una votación ligeramente mayor. Ahí salió a las urnas el 17% de la lista nominal.
En Iztacalco se instalaron 307 casillas electorales, cada una con diferente nivel de votación. Hay lugares donde solo votaron 50 personas, mientras en otros espacios llegaron más de 400.
Trabajadores del INE vigilan que los conteos se realicen bien, especialmente en las casillas con mayor cantidad de votación porque requieren más concentración.
El registro de los votos de una casilla en la que participaron 400 personas puede demorar entre tres y cuatro horas, dependiendo la velocidad de los puntos de escrutinio y cómputo.
“Es cansada la actividad, pero lo que hacemos es rotar algunas funciones para que no haya errores, por ejemplo, la persona que dicta los votos a veces los captura y viceversa. Si los dejamos en una misma actividad es muy tedioso para ellos”, dice Laura García Galván, vocal de Organización Electoral de la Junta Distrital No. 13 y encargada de uno de los grupos que cuenta los sufragios.
En ocasiones, Laura detecta que una pareja se rezaga en el conteo de votos respecto a otras personas que también lo hacen. En ese momento sabe que es hora de dar un descanso a quienes realizan esa labor.
Laura dice “llevo un cansancio atrasado”, ya que su labor empezó desde mucho antes del día de las votaciones. Desde un mes antes las actividades se intensificaron en el INE para planear la jornada y para entregar los paquetes electorales.
Cansancio que antecede a la jornada electoral
Laura Angélica Lazcano Reyes, vocal del Registro Federal de Electores y encargada de otro grupo de trabajo, coincide en el cansancio acumulado previo a la elección. Meses antes, el INE les pidió participar en simulacros y en otras actividades relacionadas con la elección.
Sobre el conteo de votos, Laura comenta: “Es pesado en el sentido de que son jornadas muy extensas. Empezamos muy temprano y terminamos muy tarde”. Aunque ella ya está acostumbrada porque ha participado en procesos electorales anteriores.
El límite presupuestal que la Cámara de Diputados entregó al INE provocó que hubiera una reducción de casillas electorales y de personal contratado para la elección.
En la elección presidencial del 2024, la Junta Distrital No. 13 contó con unos 155 capacitadores electorales para realizar distintas actividades. Ahora solo cuenta con 77, más la nueva responsabilidad de contabilizar votos, algo que tradicionalmente se hace en las casillas electorales cuando se eligen cargos del Poder Ejecutivo y Legislativo.
“El presupuesto no nos permite tener doble turno porque nos desfasaríamos mucho, y aunque algunas personas pueden ir supliendo, sí resulta cansado para todos estar en cada detalle”, comenta Laura Angélica.
A pesar del cansancio, Laura y el resto de sus compañeros y compañeras se dicen motivados por la labor que realizan. La elección judicial fue histórica por ser la primera en México y dentro de las Juntas Distritales quieren realizar bien su labor.
“Ojalá que la ciudadanía quede contenta con el resultado que está dando el Instituto. Estamos poniendo nuestro mejor empeño en garantizar que las elecciones sean justas, al menos en cuanto al ámbito que nos compete”, concluye Laura.
Con información de ANIMAL POLÍTICO.
