Pichucalco, Chiapas, 08 de febrero. – Una vez más fue suspendido el juicio oral en contra del presunto asesino de Simón Pedro Pérez López, expresidente de la mesa directiva de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, que se hubiera tenido que llevar a cabo ayer en el Juzgado Civil de Pichucalco, Chiapas.
“No llegó el imputado. Ya se le habló al penal del Amate —en Cintalapa de Figueroa, donde está recluido— y no respondieron a la llamada”, afirmó el auxiliar del juzgado en un aula del tribunal donde se encontraban nada más la abogada del imputado, el fiscal, el representante legal de la familia del activista muerto, acompañantes internacionales del Movimiento Sueco por la Reconciliación (SWEFOR) y Animal Político.
“Sería violatorio a los derechos humanos del imputado celebrar el juicio sin que esté presente, atentaría contra sus garantías individuales”, aclaró el juez, que fijó como nueva fecha para el juicio oral el 3 de marzo próximo.
“Nos parece una falta grave, el juicio oral ya se había suspendido en noviembre. Los testigos presenciales son de escasos recursos y vienen de una comunidad que está a seis horas de Pichucalco. Esto representa un gran desgaste para la familia de Simón Pedro”, contestó Jorge Alberto Gómez Hernández, del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), abogado de la familia de Simón Pedro.
No solo la familia de la víctima padece un desgaste económico. El Estado no garantizó los viáticos a las personas citadas para dar su testimonio en el juicio, que tuvieron que organizarse por su cuenta para poder acudir.
Los dos testigos oculares presenciales, familiares de Simón Pedro, no llegaron solos.
Afuera del juzgado, una treintena de integrantes de Las Abejas de Acteal estaba a punto de empezar una acción para acompañar la audiencia y hacer presión frente a las autoridades. Consistía en una lectura de comunicados, oraciones y música, y se convirtió en un acto de dolor por la suspensión de la audiencia y de acusación en contra del sistema de justicia mexicano.
“Como en el caso de la masacre de Acteal, hay pruebas suficientes para condenar; sin embargo, una vez más el Estado se ha burlado de nosotros, es una estrategia de desgaste. Aquí está su familia llorando, están tristes y enojados, pero no vamos a parar, esto nos impulsa a seguir luchando”, dijo Guadalupe Vázquez Luna, de Las Abejas, en una rueda de prensa que se improvisó frente al juzgado, tras recibir la decisión del juez.
“El 3 de marzo esperamos que sí se presente el asesino. Está detenido y nuestra pregunta es: ¿por qué no pudo venir? El Estado tenía la obligación de traerlo aquí; entonces, ¿por qué no está en su juicio? ¿Qué explicación nos van a dar?”, reclamó.
El indígena tzotzil era originario de la comunidad de Nuevo Israelita, en Simojovel, y su trabajo de catequista se desarrollaba en el municipio de Pantelhó. El expresidente de Las Abejas invitaba a los pobladores a denunciar la violencia que afectaba la región y detrás de su asesinato, de acuerdo con sus compañeros, están los Herrera, la familia presuntamente coludida con el crimen organizado que controlaba Pantelhó.
Fue por esto que, justo un par de días después de su homicidio, este municipio de Los Altos de Chiapas estalló: la población formó un grupo de autodefensa llamado El Machete y sacó a los Herrera.
El homicidio de Simón Pedro fue desde el principio considerado como homicidio calificado, o sea, como un asesinato premeditado y cometido con saña, que suele tener una penalidad de entre 25 y 50 años de prisión. Sin embargo, en la audiencia intermedia del 28 de marzo de 2022, la defensa del acusado propuso un procedimiento abreviado, que consiste en la admisión de responsabilidad a cambio de reducir el delito a homicidio simple, con una penalidad de entre ocho y 20 años de prisión.
“Decidimos que no estamos de acuerdo con este tipo de juicio. No es porque la condena del asesino de nuestro hermano se acortaría, sino porque se quedaría sin saber la verdad de lo que pasó, es decir, no se investigarían y quedarían libres los autores intelectuales de dicho crimen y esto sería traicionar la dignidad, el compromiso de nuestro compañero”, escribió en un comunicado del año pasado la organización tzotzil.
Lo que exigen Las Abejas no es solo que el presunto asesino de Simón Pedro sea condenado, sino que se reconozca que el móvil fue su trabajo en defensa de los derechos humanos y que la reparación del daño sea justa e integral.
Con información de Animal Político