Opinión | Diana García
Mientras en 8 mil escuelas del país se aplica la prueba PISA que permite evaluar el rendimiento de estudiantes de 15 años, como parte de la evaluación internacional en lectura, matemáticas y ciencias. En Quintana Roo, los maestros continúan con bloqueos carreteros después de 42 días de paro laboral, sin perder un solo peso de su sueldos, pero paralizando la movilidad de ciudadanos que si salen a trabajar, para llevar el pan a su mesa.
El interés superior de la niñez, y los vergonzosos resultados de la prueba PISA, donde los estudiantes de nivel básico en México tienen un bajo nivel de lectura y matemáticas, no son suficientes para los jóvenes en Quintana Roo regresen a clases.
Las movilizaciones del magisterio en la entidad pasaron de una lucha en contra de la reforma a la ley general del ISSSTE, a manifestaciones que cooptan la movilidad de ciudadanos ajenos al conflicto, que lesionan la actividad económica de comercios pequeños como papelerías, tiendas de abarrotes, y transporte.
Movilizaciones que usurpan funciones incluso de seguridad, con los “operativos” implementados por personas auto identificadas como maestros en vialidades, con la consigna de impedir el tránsito de trabajadores de la educación que si desean regresar a las aulas.
En 2023, México se ubicó en el puesto 51 de 81 países valorados en la prueba PISA, esa evaluación que permite conocer el rendimiento de los estudiantes de 15 años en lectura, matemáticas y ciencias.
De acuerdo con la Secretaría de Educación del Gobierno de México, dicha evaluación iniciará en abril y mayo en las 32 entidades de la república, incluido Quintana Roo. A partir de la evaluación de 2025, la periodicidad será de cuatro años, por lo que la siguiente aplicación será en 2029.
Pero, en Quintana Roo los adolescentes aparentemente están en riesgo incluso de no ser evaluados en la edición 2025, donde el ejercicio también contempla medir las habilidades digitales, si los maestros no regresan a clases después de 42 días del paro laboral, y las vacaciones de Semana Santa.
Esta evaluación se llevará a cabo en las 32 entidades del país, a través del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval), participarán escuelas públicas y privadas ubicadas en zonas urbanas y rurales, incluyendo secundarias generales, técnicas, telesecundarias, bachilleratos, telebachilleratos y centros para trabajadores, entre otros.
Quintana Roo es la única entidad que no ha regresado a clases en México, ante la inconformidad del magisterio por la reforma a la ley del ISSSTE, la cual fue suspendida de acuerdo con la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
Pero, y si regresaran a clases. ¿Cuáles serían los resultados? ¿Los jóvenes están listos para el ejercicio? ¿Quién asume la responsabilidad de generar un rezago educativo? ¿Por qué tanta tibiesa y tolerancia?
Lo que inició como una resistencia contra la reforma, ya visibiliza aspiraciones para crear un nuevo sindicato, y es que eso no es el problema. Si quieren crear uno o diez sindicatos están en su derecho. Pero, diría el clásico. ¿Qué culpa tiene el niño?, y ¿el automovilista, la camarista, el mesero, el restaurantero, el jardinero, el vendedor de refrescos, el transportista, y el viajero?
En la prueba PISA 2025 participarán 91 países, 13 de ellos de América Latina: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Paraguay, Perú, Uruguay y México. Nuestro país, como miembro de pleno derecho de la OCDE, ha formado parte de todas las evaluaciones desde el año 2000.
Por el bien de todos, primero los niños.
El interés superior de la niñez es un principio constitucional que se encuentra en el artículo 4° de la Constitución y en la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
El interés superior de la niñez es un principio vigente en México desde 1990. Su cumplimiento es una obligación y su incumplimiento una falta.