PLAYA DEL CARMEN, Quintana Roo 4 de septiembre. — El próximo 21 de septiembre, la playa Punta Esmeralda será el escenario de la ceremonia Maya para celebrar el equinoccio de otoño. El sacerdote maya Luis Nah ha extendido una invitación abierta a la comunidad para presenciar y participar en este importante ritual, el cual forma parte de la rica cosmovisión de la cultura Maya. Se espera que más de 100 personas asistan a la ceremonia, que dará inicio a las 3:00 de la tarde en esta popular playa de la colonia Colosio.
En una entrevista, Luis Nah explicó que los mayas celebran cinco festivales anuales: dos equinoccios, dos solsticios y un año nuevo, y este equinoccio de otoño es uno de ellos. Durante la ceremonia, se encenderá copal, un elemento tradicional e indispensable en los rituales mayas.
“El 21 de septiembre próximo celebramos en Punta Esmeralda el equinoccio de otoño. Nosotros los mayas tenemos cinco festivales: dos equinoccios, dos solsticios y un año nuevo. Qué bueno que esta vez hemos entendido que no debemos contaminar”, comentó Nah. El sacerdote también reconoció que, en ceremonias anteriores, se solía enterrar los restos del carbón del copal en la arena, lo que generó preocupaciones ambientales.
Inicialmente, hubo resistencia por parte de las autoridades ambientales a permitir el uso del copal debido a su impacto en el ecosistema. Sin embargo, después de una conversación y acuerdos entre ambas partes, se llegó a la solución de no enterrar los restos del copal en la arena, lo que permitirá la realización del ritual sin comprometer el entorno natural.
Luis Nah hizo un llamado a la comunidad para que asistan a este evento y participen de una ceremonia ancestral que honra la conexión de los mayas con la naturaleza y los ciclos del tiempo. El equinoccio de otoño es un momento sagrado para esta cultura, marcando el equilibrio entre la luz y la oscuridad, y simbolizando un nuevo ciclo de renovación.
La ceremonia promete ser una experiencia cultural y espiritual única en el entorno natural de Playa del Carmen, reafirmando la riqueza y el legado vivo de la tradición maya en la región.