PLAYA DEL CARMEN, Quintana Roo, 29 de Mayo. –Integrantes del proyecto de ciencia ciudadana “Cenotes Urbanos” realizaron en los últimos días el mapeo de dos nuevas cuevas ubicadas en la zona donde está proyectada la construcción de la etapa 4 del fraccionamiento Marsella, al norte de Playa del Carmen. La actividad forma parte de una serie de acciones para documentar y monitorear los sistemas subterráneos amenazados por el crecimiento de la mancha urbana.
La voluntaria Alejandra Flores, integrante del equipo, informó que este esfuerzo se enmarca en una estrategia de conservación preventiva que ya ha documentado más de 130 cuevas, cavernas y cenotes en zonas urbanas de la ciudad.
“Estas nuevas expediciones se realizaron con un equipamiento más sofisticado, gracias a una donación reciente que nos permitió medir con mayor precisión la calidad del agua”, explicó Flores.
Los estudios buscan generar una línea base científica para poder comparar las condiciones actuales del acuífero con las que se registren posteriormente, una vez que inicien las obras del fraccionamiento, lo que permitiría evaluar con mayor claridad el impacto ambiental de la construcción.
El proyecto “Cenotes Urbanos” se ha dividido actualmente en dos frentes: por un lado, un equipo se encarga de clasificar y sistematizar la información recopilada en los mapeos anteriores, y por el otro, se mantiene un grupo activo de exploración de nuevos puntos, así como la promoción de actividades paralelas relacionadas con la conservación y la divulgación ambiental.
Este esfuerzo ciudadano ha cobrado relevancia ante la acelerada expansión inmobiliaria en Playa del Carmen, donde muchas veces los ecosistemas subterráneos no son debidamente considerados en los estudios de impacto ambiental. En este contexto, el trabajo del colectivo busca no solo generar evidencia científica, sino también crear conciencia y presión social para proteger el acuífero peninsular, uno de los más importantes del país.
“No se trata de estar en contra del desarrollo, sino de que este se realice con conocimiento, respeto y responsabilidad hacia los ecosistemas invisibles que sostienen la vida en esta región”, concluyó Flores.



