CANCÚN, Quintana Roo, 19 de marzo (Infoqroo).- Eduardo Galaviz Ibarra, presidente del Observatorio Legislativo, dijo que no es conveniente que un solo grupo legislativo domine el Congreso, como sucedía anteriormente, y que lo conveniente en la iniciativa presentada es crear figuras para que todos los grupos parlamentarios puedan tomar decisiones.
Anteriormente recordó que había la figura que se llamaba Gran Comisión, en la que el partido mayoritario tenía todo el control del Congreso y obviamente del presupuesto, lo que hacía que las otras fracciones no tuvieran ninguna injerencia.
Al modificarse la Junta de Gobierno y Coordinación Política se estableció que cada año una fracción mayoritaria estaría a cargo. Ahora la nueva iniciativa, según entiende, es seguir un poco la línea de cómo están las cámaras de diputados y senadores donde la mayoría absoluta coordinará todo el período legislativo.
“Esto implicará que se haga una estructura y participen las otras fuerzas políticas con la creación de vicepresidencia y otras figuras que permitan participar a todas las fracciones parlamentarias en las decisiones”, añadió.
“Ya vimos con esta experiencia que todo fue un fiasco. Llegaba el presidente de la junta de gobierno ponía al personal administrativo del manejo presupuestal y cuando llegaba el otro lo retiraba con lo que se evitaba crear una estructura de carrera y no grupos particulares en los que había gente que ni siquiera tiene la formación para desempeñar el puesto”, señaló.
Entrevistado por Pulso AM, recordó que la siguiente legislatura, la decimoséptima, será de dos años para tener la congruencia de las elecciones de 2024, lo que de alguna manera incide en el fondo de esta iniciativa.
“Hay temor de que regrese una especie de Gran Comisión, en la que no haya participación de las demás fracciones parlamentarias y solo sea el dominio de una”, añadió.
Galaviz Ibarra manifestó su confianza que en esta discusión se establezca una junta de gobierno participativa de todas las fracciones, y no se siga con la directriz de ir más por el botín presupuestal que por una agenda de trabajo.