Ciudad de México, 28 de marzo. – Edmundo Jacobo Molina presentó este martes su renuncia como secretario ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE), dos semanas después de haber sido restituido en el cargo que ocupó durante 14 años.
Al hacer el anuncio en conferencia de prensa, Edmundo Jacobo Molina explicó que tomó esta decisión al considerar que ya no existen las condiciones necesarias para continuar en el cargo “con discreción y eficacia” y afirmó que se va “con la frente en alto”.
La renuncia de Jacobo Molina será efectiva a partir del próximo lunes 3 de abril, el mismo día que concluya el periodo del consejero presidente Lorenzo Córdova Vianello y tres consejeros más.
“Me voy porque se me ha politizado y no conviene que quien ocupe (el cargo) tenga ese señalamiento; necesitamos un secretario que tenga el blindaje adecuado del trabajo técnico y no el cuestionamiento político”, afirmó Edmundo Jacobo, luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador lo cuestionó por interponer un amparo contra su destitución contemplada en el “Plan B” de reforma electoral.
El todavía secretario ejecutivo del INE negó haber tenido alguna presión o amenaza para dejar el cargo.
“Hay que saber cerrar ciclos. La sobreexposición que he tenido ya no me lleva a ocupar esa posición que he ocupado en los últimos tiempos”, insistió.
Rechazó que su renuncia se deba a las observaciones que hizo el Contralor del Órgano Interno de Control (OIC) del INE, Jesús Zamora, al ejercicio presupuestal del instituto en 2023.
Edmundo Jacobo Molina había sido removido del cargo tras el decreto del llamado “Plan B” de la reforma electoral que impulsa el gobierno federal; sin embargo, el pasado 13 de marzo fue restituido, luego de que un juzgado de distrito en materia administrativa otorgó una suspensión definitiva en el juicio de amparo promovido por el funcionario.
Edmundo Jacobo aseguró que, pese a su renuncia, y la salida de cuatro consejeros del instituto, no está en riesgo la operación del INE a partir del 3 de abril.
Tras asegurar que no tiene ninguna intención política ni aspira a algún cargo público, Edmundo Jacobo Molina afirmó que a partir del 3 de abril seguirá defendiendo la democracia sin un cargo de por medio, y como ciudadano.
Aunque estimó que su renuncia no cesará los ataques desde el gobierno y sectores vinculados, contra el INE, confió en que los consejeros que permanecerán en el cargo, y los cuatro nuevos que se incorporarán a partir del 4 de abril, tengan la fortaleza para sentirse respaldados por la Constitución, las leyes y ejerzan sus atribuciones.
Jacobo Molina resaltó que como secretario ejecutivo del INE trabajó con dos consejeros presidentes, Leonardo Valdés Zurita y Lorenzo Córdova, y con decenas de consejeros e integrantes de la Junta General Ejecutiva.
Dijo que, ante su remoción del cargo, se vio obligado a interponer los juicios de protección de derechos a fin de salvaguardar el orden constitucional, ante lo que sobrevinieron ataques, descalificaciones y mentiras en su contra desde las conferencias matutinas del presidente López Obrador.
“Se ha llegado incluso a señalar que tengo tres décadas como servidor público de la autoridad electoral nacional, señalamiento que es evidentemente una falsedad”, dijo.
Mencionó que posterior a que una juez federal y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ordenaron su restitución en el cargo, tuvo que salir nuevamente a la opinión pública “para explicar las decisiones y sus implicaciones operativas para el INE, así como para pronunciarse sobre lo que, a mi juicio, son los riesgos que acompañan las intentonas y sus implicaciones regresivas”.
Tras informar que presentó su renuncia a los 11 consejeros del INE, Edmundo Jacobo agradeció el respaldo que se le ha ofrecido en el instituto y fuera de este.
Con información de El Economista
