CIUDAD DE MÉXICO, 22 de enero.- El turismo mexicano fue una de las industrias más golpeadas por la crisis generada por la pandemia. El balance de 2020 del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) desvela que el país dejó de recibir más de 20 millones de turistas extranjeros, lo que supone una caída del 46% en las visitas respecto a 2019. Ese desplome se ha traducido en una sangría de ingresos de 13.000 millones de dólares. El panorama para 2021 no es muy alentador, la industria estima que la recuperación a los niveles previos a la pandemia tomará entre 30 y 48 meses.
Antes de la crisis del coronavirus, el turismo mexicano venía registrando años con buena racha, incluso superando las expectativas del Gobierno. En 2019 el país norteamericano recibió 48 millones de turistas, lo que representó un aumento del 8% con relación al año anterior. Los ingresos que esos visitantes dejaron superaron los 24.800 millones de dólares, una cifra que celebraron tanto las autoridades y los empresarios del sector. El objetivo era seguir promocionando el ‘destino México’ en las principales ferias turísticas internacionales, con la vista puesta en el mercado chino, a la espera de recibir hasta 158.000 turistas desde el gigante asiático. Lo que llegó de aquel país, sin embargo, fueron malas noticias.
Con la aparición del nuevo coronavirus en Wuhan y las medidas de contingencia que los gobiernos tomaron para hacer frente a la pandemia, el turismo mundial recibió un duro golpe: de acuerdo con la Organización Mundial del Turismo (OMT), las llegadas de turistas internacionales en el mundo se desplomaron entre un 70 y un 75%, lo que representará pérdidas de entre 143 y 174 millones de empleos.
El turismo interno también sufrió una importante reducción en México. El informe del CNET —preparado con apoyo del Centro de Investigación y Competitividad Turística Anáhuac— muestra que la disminución de llegadas de turistas nacionales a cuartos de hotel habría sido de 55%. “Con todo ello, el retroceso en el consumo turístico en el país para 2020 estaría por arriba del billón de pesos”, advierten desde la cámara.
La incertidumbre marca el paso del futuro de la industria, a pesar de que los precios bajos y las menores restricciones han hecho atractivo al país para quienes huyen del encierro en sus países. Las estimaciones preliminares muestran que este año podría registrarse una leve mejora, con un aumento en los ingresos por divisas internacionales de 24.1% con relación a 2020, pero 44.5% por debajo de 2019. El sector estima un aumento del 11% en las llegadas de turistas extranjeros, es decir, 40% por debajo de las registradas en 2019. “El camino de la recuperación turística es, sin duda, muy largo”, concluye la CNET.
Los empresarios han lanzado un SOS al Gobierno federal, con una lista de peticiones que consideran urgentes para lograr poner a flote la industria. Una de las principales exigencias es “poner a los trabajadores del sector en los primeros lugares de los procesos de vacunación”, en momentos cuando las autoridades sanitarias buscan diversificar sus opciones ante la escasez mundial de vacunas, por lo que han cerrado un acuerdo con Rusia para recibir la próxima semana las primeras 200.000 dosis de la Sputnik V. La vacunación de sus trabajadores también preocupa a la Cámara de Restaurantes (Canirac), que el 25 de enero envío una carta al secretario de Salud, Jorge Alcocer, en la que solicita que se le proporcione “la información pertinente para realizar la adquisición de vacunas de las empresas autorizadas hasta el momento por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris)”. Esa demanda de los restauranteros se da días después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunciara que se abría la posibilidad de que el sector privado adquiriera las vacunas.
Aunque se lograra la demanda de vacunar a los trabajadores del sector, desde la industria de turismo las expectativas de recuperación son desalentadoras, como lo reflejan las conclusiones de su informe. “La aparición de las vacunas para la prevención de la covid-19 suponen una luz de esperanza al final del túnel para el atribulado sector turístico. Sin embargo, la luz es chiquita y el túnel muy largo, pues la concreción de la inmunidad de rebaño con carácter global tardará muy probablemente más allá de 2021”. El sector estima que la recuperación plena podría alcanzarse en 2023, no sin antes dejar fuertes daños en la industria. “Queda claro que el único camino que tendrán las empresas que aspiren a sobrevivir es el de la resistencia en una larga batalla. Obvia y lamentablemente, habrá muchas bajas en esta senda”, advierte la CNET
Con información de El País