VERACRUZ,24 de Enero.-La tranquilidad de una tarde en el malecón de Veracruz se tiñó de melancolía con el fallecimiento de Catalina Ríos, una mujer de 80 años que eligió regresar a su tierra natal para pasar sus últimos días cerca del mar que tanto amaba.
Catalina, quien había vivido los últimos años de su vida en Sonora, viajó a Veracruz con la ilusión de reencontrarse con sus raíces y disfrutar de los paisajes que la acompañaron en su juventud. Acompañada de su familia, decidió descansar en una de las bancas del malecón mientras admiraba la inmensidad del océano. Fue ahí, rodeada del sonido de las olas y la brisa marina, que su corazón dejó de latir.
Los testigos relataron que, al percatarse de su desvanecimiento, sus familiares intentaron reanimarla con desesperación, pero el destino ya estaba escrito. Al llegar los paramédicos de la Cruz Roja, confirmaron que Catalina había partido de este mundo, dejando tras de sí una paz indescriptible.
La familia compartió que la última voluntad de Catalina era despedirse en el lugar que siempre consideró su hogar. Aunque su partida ha llenado de tristeza a quienes la amaban, encuentran consuelo al saber que sus últimos momentos fueron en un escenario que le regaló serenidad y belleza.
Catalina Ríos se fue como vivió: en armonía con la naturaleza y rodeada del amor de su familia, dejando un recuerdo imborrable en todos los que tuvieron la fortuna de conocerla.
Con información de Hola Veracruz.
