CIUDAD DE MÉXICO. – El accidente del domingo 15 de agosto en la autopista México-Cuernavaca en el que murieron seis personas abrió distintos debates respecto de la peligrosidad de las motocicletas y la velocidad, la necesaria regulación de la venta de vehículos motorizados de dos ruedas y la creación de una verdadera licencia basada en la capacitación, la seguridad vial en el país, la nula vigilancia de las carreteras, el derecho a la movilidad, entre otros.
A lo largo de la semana, miles de mensajes circularon en la red. Algunos lamentaron la tragedia, otros exhibieron la furia contra los piteros, motociclistas que usan las carreteras como autódromos, otros demandaron la prohibición de la circulación de estos vehículos por el riego que implican para sus usuarios y para los demás. El odio, por cierto, también cundió en las redes sociales.
Existen centenares de clubes de motociclistas en el país. Los hay de los llamados Chopers, pequeñas bandas que viajan en formación haciendo turismo, la mayoría de las veces a la velocidad permitida, en cómodas motos Harley Davidson. Hombres y mujeres que visten, según el estereotipo, con chamarra de cuero, botas, playeras de grupos de rock clásico, barba, tatuajes y lentes tipo Terminator. Infunden cierto temor, pero en general son corteses.
Hay otros, los conocidos como Piteros o Pisteros son más peligrosos. El riesgo estriba en que las motocicletas que utilizan son las llamadas de pista, esas en las que el conductor viste un traje de piel y lleva todo el cuerpo pegado al vehículo. Regularmente tienen motores de hasta mil centímetros, lo que implica una revolucionada que pasa de 0 a 200 kilómetros en 10 segundos.
Esos motociclistas representan la gran mayoría de los que circula cada fin de semana de la Ciudad de México a Tres Marías o hasta Cuernavaca. La combinación entre velocidad, falta de pericia, alcohol e incluso drogas, se convierte en un coctel que al menos en el primer semestre de este 2021 registró 42 accidentes que involucraron a motocicletas, según la información oficial de Caminos y Puentes Federales (Capufe). Es decir, cada fin de semana, la Autopista México-Cuernavaca, de apenas unos 70 kilómetros presenta uno o dos accidentes que involucra este tipo de vehículos.
El riesgo no sólo es el hecho de que pueden derrapar, se pueden salir de la carretera o chocar entre ellos, también implica riesgo para los demás vehículos, como el pasado domingo. La numeralia de Capufe establece que, en los 42 siniestros del primer semestre de 2021, sin contar el del 15 de agosto, implicaron a 70 vehículos en total, de ellos 56 fueron motos, pero también seis automóviles, seis vagonetas, un camión de carga y una pick-up.
De enero a julio de este año, se registraron 46 personas lesionadas y sólo habían muerto dos personas. A ellas se han sumado los 11 heridos y las seis personas muertas el domingo. En el primer semestre se contabilizaron 38 hombres y 8 mujeres heridas; en el caso de las personas muertas se trató de dos hombres, uno de 46 años y un menor de edad de 16 años. De estos 42 accidentes, 24 fueron caídas de los conductores y los vehículos, cinco choques por alcance, cuatro choques de costado, 2 salidas de camino e igual número para choques laterales, así como un choque por alcance múltiple, entre otros.
“La moto es una extensión de tu alma”
¿De dónde viene la tradición de terminar el fin de semana en Tres Marías? Alberto Carrillo, presidente de Motociclistas Unidos de la Ciudad de México y el área Metropolitana, una organización civil que agrupa a 25 mil amantes de la motocicleta, dice en entrevista con Proceso que quizás todo comenzó con la escena en la que Pedro Infante y Luis García salieron a ablandar sus motos en la película A Toda Máquina, dirigida en 1951 por Ismael Rodríguez.
Por ello, según el líder choper, Tres Marías, en el municipio de Huitzilac, al norte de Morelos, recibe entre 2 mil y 3 mil motociclistas cada fin de semana, y aunque hace unos 15 años era una experiencia de convivencia, hoy en día se ha convertido en un escaparate para la masculinidad hegemónica. “Lo importante para los piteros es usar el traje de Superman y salir a probarse. No importa si no saben usar la moto, se suben y luego andan presumiendo que hicieron 17 minutos en recorrer los 50 o 60 kilómetros”, dice.
Asegura que entre otras, la causas del accidente del domingo son la falta de regulación para la venta de motocicletas, a la nula vigilancia de las carreras, la carencia de espacios para practicar el motociclismo y la inexistencia de una cultura vial, “para todos, no sólo de los piteros, también de los automovilistas”, sostiene vía telefónica
En México no existe un control sobre la venta de motocicletas, el único filtro es el económico. “Quien tiene 300 mil pesos o más, acude a cualquier tienda y compra una moto de pista y ahí mismo te la activan, te la entregan y sin siquiera preguntar si la sabes manejar, te la llevas”, asegura.
“Y ya con la moto, los jóvenes, sin la menor experiencia, sin la pericia necesaria, sin la mínima educación vial, salen a la carretera para circular a más de 250 kilómetros por hora. A eso se debe el accidente del domingo, a eso y a que las autoridades abandonan las carreteras: ¿dónde estaba la Guardia Nacional el domingo? Son 70 kilómetros, con una patrulla cada 20 kilómetros, se pudo haber evitado”, dice el también instructor del Escuadrón Acrobático “Alas de Acero” de la Policía Federal.
La México-Cuernavaca es una de las carreteras más peligrosas, asegura.
Respecto de la responsabilidad gubernamental, señala que no existe ninguna intención de tener un control sobre la venta de las motocicletas que son un gran negocio para las tiendas, pero que generan el peligro de que sean utilizadas para “probarse” en la autopista en una máquina motorizada de más de 1000 centímetros, que “en sólo 10 segundos pasa de 0 a 200 kilómetros por hora”.
En el país ni siquiera existe una licencia especial para los motociclistas y aunque ahora se pretende imponer una, “la verdad es que no nos sirve, la certificación que quieren aplicar no va a funcionar, porque se va a entregar de manera generalizada”. Carrillo explicó vía telefónica que la licencia debería entregarse luego de que el conductor tome varios cursos y que su encuentro con las motocicletas debe ser gradual: el primer año una máquina de 100-150 centímetros; el segundo año, una de 250; y hasta el tercer año, luego de refrendar los cursos, entonces obtener una licencia para una motocicleta de pista.
En esta semana el odio contra los motociclistas impregnó algunas de las redes sociales. ¿De dónde proviene la pasión en torno a la motocicleta? “Te lo voy a decir en una frase. La moto es una extensión de tu alma. Yo he sufrido fracturas en múltiples partes del cuerpo, he perdido a muchos amigos, he manejado motos de cross, de pista, de choper, y si te digo, yo soy un adicto, pero eso sí, mi trabajo como presidente Motociclistas Unidos es luchar por nuestros derechos”, sostiene.
Asegura que en múltiples ocasiones han acudido a la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México y al Congreso de la Unión para solicitar que sean tomados en cuenta en las leyes, que se protejan sus derechos, que se abran espacio para la práctica del uso de la motocicleta, y, sin embargo, siempre les dicen que sí, pero nunca les dicen cuando. Dice que la moto representa el vehículo más viable del futuro: ligero, económico, accesible, seguro -siempre que exista la pericia del conductor y la educación vial para todos-, poco contaminante, etc.
Asegura que el accidente del domingo hizo que se “calentara la pista”, es decir, durante los próximos dos o tres fines de semana se incrementará la vigilancia federal, pero después se olvidará y todo volverá a ser igual, el riesgo continuará porque no se va a las causas originales, las que tienen que ver con la inexperiencia y la irresponsabilidad. “Y habrá más víctimas…”, sentencia.
Rodada por las víctimas
Este domingo ha sido convocada una rodada por las víctimas del 15 de agosto. Se espera la llegada de decenas de vehículos motorizados que circulen de la Ciudad de México al kilómetro 51, donde se hará un acto religioso, además de la colocación de una ofrenda.
En recuerdo de José Alberto de 43 años, de Pedro Iván de 34, Francisco Ulises de 33, Jorge Luis de 29, Anny Jael de 23 (supuesta novia de uno de los líderes del Cártel de Temixco) y la menor de edad Dana, víctimas de los percances de el domingo anterior. Mientras tanto las autoridades no informaron de forma oficial si habrá operativos, si se incrementará la vigilancia en la pista, nada respecto a la estrategia. Proceso solicitó información a la Guardia Nacional en este sentido, y no hubo respuesta.
“La culpabilidad del accidente del domingo, déjame decirte, fue del exceso de velocidad, para detener una motocicleta que va a 250 kilómetros necesitas 500 metros o más; pero también fue culpa de las autoridades que no pusieron el remedio a tiempo. Esa es la verdad. A poco no pueden tomar medidas. ¡Es su trabajo!”, concluye.
Con información de Proceso