CIUDAD DE MEXICO, 19 de Diciembre. – Con la extinción de Conavim e Inmujeres, cuyas funciones serán sustituidas por la Secretaría de las Mujeres, más de cien servidoras públicas enfrentan incertidumbre sobre su futuro laboral, ya que se les dio a elegir entre firmar su liquidación, o continuar laborando con un menor salario y sin conservar su antigüedad.
Ante la reforma que creó la nueva dependencia, 151 personas de las 251 trabajadoras de Inmujeres –de las cuales la gran mayoría son mujeres– optaron por terminar la relación laboral frente a la incertidumbre de un nuevo puesto en la Secretaría que estará a cargo de Citlalli Hernández.
En tanto, empleadas de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim) aseguran que ya les “pidieron su renuncia”.
La próxima titular de la Secretaría de la Mujer, Citlalli Hernández, confirmó a Animal Político que, derivado de las pláticas con las secretarías de Hacienda y Función Pública con motivo de la organización de la nueva dependencia, las dos opciones que brindaron a las y los trabajadores de Inmujeres fue firmar su liquidación, o realizar un nuevo proceso de contratación ante la naciente dependencia.
“Planteamos dos posibilidades, la posibilidad de liquidarse, porque al iniciar una nueva secretaría es una nueva contratación y es nuevo apartado, pasan al ‘Apartado B’ de contratación, como todas las secretarías del Estado, y ese cambio de apartado genera una definición para cada persona, de si pierde su antigüedad y transita al nuevo apartado y tiene una contratación nueva, o se liquida con todos sus derechos garantizados bajo el apartado en el que son contratados”, detalló la funcionaria.
Hernández añadió que si bien ya han tenido reuniones con Hacienda y Función Pública para revisar la capacidad presupuestal de liquidación y recontratación para el nuevo personal, todavía no se ha aprobado de manera definitiva el organigrama de la dependencia que daría pie a la creación de los puestos de trabajo.
“Ya casi estamos en posibilidades de hacer ofertas bajo los nuevos niveles que nos ha dado Función Pública, bajo los nuevos puestos y por supuesto bajo una nueva contratación, que es el Apartado B, a quienes han decidido quedarse”, repuso. “Estamos en espera, porque hemos presentado varios dictámenes, que es la ruta que Función Pública nos solicita, y estamos en espera de ya la aprobación definitiva”.
Respecto al cambio de salarios, Hernández aseguró que los salarios de Inmujeres “eran mucho más altos que los que fueron definiendo en la Administración Pública con base en las medidas de austeridad desde el gobierno pasado”, por lo que se procuró igualar o acercar la oferta económica de los nuevos puestos al que tenían los trabajadores de Inmujeres.
“Nos dijeron que nuestros derechos iban a estar salvaguardados”
A finales de octubre, Hernández se reunió con personal de Inmujeres y Conavim, las dos instituciones que absorberá la secretaría, en las instalaciones ubicadas en Barranca del Muerto, Ciudad de México.
“[En esa reunión] Nos dijeron que nuestros derechos iban a estar salvaguardados, que nos iban a cuidar”, compartió Lucía en entrevista con Animal Político, una extrabajadora de Inmujeres que pidió reservar su nombre real.
“Nos dan la reunión y nos dicen que en 10 días nos van a dar avances de qué iba a pasar con el personal, pero 10 días después nos informan que el personal que quiera continuar en la Secretaría teníamos que renunciar a nuestra antigüedad y a nuestros derechos que habíamos acumulado a lo largo de los años, y que tenemos que tomar la decisión si nos sumamos a la Secretaría o renunciamos”.
Después de la reunión que celebró Hernández con las empleadas de Inmujeres a finales de octubre, no tuvo otro encuentro con el personal.
“En la tercera reunión que pedimos, ella ya no estuvo con nosotros”, compartió Lucía, y recordó esas semanas de mucha incertidumbre. “Al 2 de diciembre, no había convenio [de terminación de la relación laboral], no había un avance sólido, solamente promesas”.
Todavía al 13 de diciembre, los trabajadores tenían poca información sobre su futuro laboral, e incluso enviaron oficios al equipo de Hernández y directivos de Inmujeres para exigir claridad sobre la terminación de sus empleos y los tiempos para ello.
Finalmente, obtuvieron respuesta: quienes habían convenido su baja terminarían de trabajar el 15 de diciembre, y debían firmar un convenio de conciliación para dar por finalizado el empleo. La liquidación se dio conforme a la ley, con el pago de primas de antigüedad y vacaciones no tomadas.
Hacer rendir el aguinaldo
Lucía llevaba más de 10 años trabajando con Inmujeres, por lo que optar por su liquidación fue un golpe para ella.
“Yo sí me voy sentida, o dolida, porque decidí irme y decidir cerrar bien, pero ya después los tratos a mi persona no fueron los adecuados”, relató. “Hubo un cambio en su forma de tratarnos por haber firmado ese oficio [de liquidación], aunque era nuestro derecho, y teníamos mucho miedo de que nos hicieran una mala jugada”.
Ella tiene un hijo adolescente a su cargo, de quien es su principal sustento, por lo que dijo que le preocupa que su situación laboral no se regule a partir de enero.
“Tengo propuestas, pero aún no están definidas, y me dicen que me espere hasta enero, entonces me toca esperarme hasta enero y pues guardar lo más que pueda de mi aguinaldo y de lo que me depositaron de la quincena”, compartió.
Con información de ANIMAL POLITICO.